spider-cerdo
>> sábado, 8 de septiembre de 2007
El gran Stalin© interpretando el gran momento de la película de los Simpsons© ("Spider-cerdo©, Spider-cerdo©, anda por el techo como Spiderman©...").
Para la realización de esta foto el fotógrafo tomó toda clase de precauciones frente a los agentes alérgenos radiactivos que emana el protagonista de la foto.
Se agradece la ayuda del dueño por sostener al inigualable Stalin©, y el apoyo moral del señor Ottinger© quien azuzaba al gato para provocar un shock anafiláctico del que esto escribe.
Stalin© es una marca registrada de el_situacionista© y señora©. The Simpsons©, Spider-cerdo© y Spiderman© creo que también lo son y que pertenecen a sus dueños legítimos. Todos los derechos reservados para ellos en lo que respecta a sus negocios.
Ottinger(cc) se ha pasado al Creative Commons.
Para la realización de esta foto el fotógrafo tomó toda clase de precauciones frente a los agentes alérgenos radiactivos que emana el protagonista de la foto.
Se agradece la ayuda del dueño por sostener al inigualable Stalin©, y el apoyo moral del señor Ottinger© quien azuzaba al gato para provocar un shock anafiláctico del que esto escribe.
Stalin© es una marca registrada de el_situacionista© y señora©. The Simpsons©, Spider-cerdo© y Spiderman© creo que también lo son y que pertenecen a sus dueños legítimos. Todos los derechos reservados para ellos en lo que respecta a sus negocios.
Ottinger(cc) se ha pasado al Creative Commons.
8 comentarios:
jajjaajajajajaj
Sois inigualables!!jajajajaja...qué peligro los tres juntos...pobre lindo gatito...
Qué le dísteis a fumar a ese pobre inocente?
Muá!
Por todos sitios se habla de Spider-Cerdo, hoy lo he oído ya varias veces...
Pobre gato? Pobre Harry haciéndole una foto con esa alergia. Corriendo su vida peligro mortal de muerte mortuoria.
Lo mejor es la cara de sufrido del gato.
Aquí el único que sufre es el otro gato, que está formando parte de un programa de exterminación. A pesar de que Stalin es más pequeño -mucho más pequeño en tamaño- éste le roba la comida, le quita la cama, le muerde las orejas...
¡Larga vida al Camarada Stalin!
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