Oposición
>> jueves, 23 de abril de 2009
Ahí lo ven, en plena oposición al paso del tiempo. Resistiendo al cambio. Probablemente a la especulación. Acostumbrándose a la pérdida de sus inquilinos víctimas del mismo mal que le acecha. Cada día más gris, más triste. Ya son pocas las ventanas que dejan entrar la claridad en su esqueleto de vigas llenas de una carcoma que ni los insectos quieren. Así nadie ve los cuartos destartalados que ya no reúnen a nadie. El papel pintado amarillento. Las lámparas que ya no se encienden. La soledad no sólo mata a los seres vivos. También a los inanimados que caen en el olvido.
3 comentarios:
¡Qué triste! Cuántas historias se habrán desarrollado en sus cuartos, cuántas vidas habrá visto pasar, cuántas transformaciones... ¿están por demolerlo?
bonita foto y buena metáfora. felicitaciones
Ottinger, qué edificio es
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