La roca plana dels llamps

Montserrat es una montaña mágica.

Hace un montón de años, la depresión central de Catalunya era un mar, al que iban a parar ríos. Y Montserrat es el delta de uno de estos ríos. O sea, que está hecha de escombros y sedimientos, que resultaron más resistentes que la tierra que los circundaba, y ahora es una montaña de más de mil metros de altura. Pero su historia geológica la ha convertido en uno de los perfiles más raros y curiosos que se pueden ver por aquí. Posteriores fracturas de los sedimientos y la erosión han formado las columnas que son tan particulares de su silueta, aquí las llamamos agulles, y son el objetivo de muchos escaladores (también prometo alguna foto de esto). Hay más de 500 agulles, y muchas o casi todas, tienen nombres. Por ejemplo esta, la Roca Plana dels Llamps. Muy gráfico, no?

En Montserrat las rocas hablan de su historia, de sus caminos, las empinadas canales con espesísima vegetación que permiten el acceso a las zonas altas encierran secretos y cuentos. En general hay niebla y misterio en las zonas bajas y medias, y la promesa de las vistas aéreas parece un sueño.

Si vais a Montserrat, no subáis con el "Aeri", ni con el tren, ni vayáis al Monestir. Entrad por la puerta de atrás. No os arrepentireis.