Libertad bajo fianza
>> martes, 6 de noviembre de 2007
Fotos tomadas desde el autobús que sube por Passeig de Gracia, mientras estamos parados en un semáforo. A veces nos encontramos más expuestos de lo deseado o imaginado al mundo, es el pago que debemos hacer por nuestra 'situación privilegiada'.
Toda libertad tiene un precio, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por la nuestra?
3 comentarios:
al caballero de adeslas nadie le obliga a trabajar. él es libre de hacerlo si quiere vivir adecuado al tren de vida que se impone desde nuestro ámbito cultural. ¿es libre? yo creo que sí, en tanto que tiene al menos, libertad de elección (puede elegir la alienación del trabajo o volver al estado de naturaleza).
Ojalá fuera capaz de abstraerme lo suficiente para poder elegir libremente y volver al estado de naturaleza
Abajo Hobbes, viva Rousseau!!!
y que viva el voyeurismo diacrítico!!
es mque los arquitectos de hoy día no tienen sentido de la privacidad agena.
Con el caso que teneis por allí
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