El mar que todos vimos
>> lunes, 3 de marzo de 2008
Sentados en el espigón comenzó la despedida. La promesa de un tercer encuentro al que no podré asistir, pero la propuesta de un sitio lejano donde se los espera. Mi país, la ciudad donde vivo: Argentina, Buenos Aires.
¡Un placer, el conocerlos!
4 comentarios:
No me gustan nada las despedidas y menos si son anunciadas. Fui 'afortunada' de marchar de forma abrupta e inesperada...
Liliana, debo decirte que conocerte ha sido un lujo. Me quedo con algunas de tus frases que le dan otra dimensión a las que ya tenía. Eres GRANDE. Un abrazo fuerte y grandote.
bueno, el mediterráneo no es el atlántico pero es muy bonito. Por otra parte fue el primer mar que yo conocí en vacaciones infantiles con mi familia... aunque entonces fue en Cullera, no en Barcelona. La verdad es que en las despedidas de ese día yo no sabía muy bien que decir, por eso guardé silencio y la intención de volver a vernos.
¿Despedida? No recuerdo ninguna. Uno sólo se despide de la gente a la que no piensa volver a ver.
Lena: también para mí ha sido un placer conocerte y saber que eres como te imaginaba. Gracias por tus palabras.
Canichu: Elegí esta foto por una conversación que tuvimos.
Ottinger: Tienes razón. Me refería a la despedida física (mi vida se ha pasado entre despedidas y reencuentros). En lo que a mí se refiere, espero volverlos a ver (allá o aquí).
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