Estas son las famosas naranjas amargas de Sevilla, aquéllas que se recolectaban cada año para enviarlas a la reina de Inglaterra, devoradora de la mermelada amarga que se producía con ellas.
Liliana, Sevilla huele a demasiadas cosas. Unas buenas y otras malas. Si tú te quedas con el olor de azahar(que me a mi también me gusta) yo me quedo con el olor a tortillita de camarón que se asoma por las calles de Triana.
Pitikipiripi, no hace falta ser sabio, sólo saber escuchar. Pero eso bien lo sabes tú ¿verdad?
Nombre pretencioso y contradictorio para un fotoblog dedicado y destinado a la exposición de todo aquello que quieran mostrar sus colaboradores. Si quieres participar en este blog, envía un correo a la dirección diversidaddiacritica@yahoo.es
3 comentarios:
Yo he estado en ese patio de Sevilla y aunque no probé la amargura de sus naranjas, recuerdo desde hace años, el perfume de sus azahares.
Tan sabio que sos!
Liliana, Sevilla huele a demasiadas cosas. Unas buenas y otras malas. Si tú te quedas con el olor de azahar(que me a mi también me gusta) yo me quedo con el olor a tortillita de camarón que se asoma por las calles de Triana.
Pitikipiripi, no hace falta ser sabio, sólo saber escuchar. Pero eso bien lo sabes tú ¿verdad?
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